El mar siempre ha ejercido sobre el hombre una atracción singular. Es por esto que un habitante nacido lejos de él, sueña con conocerlo; imagina su azul lejanía cuando éste duerme y teme la turbulencia de sus aguas cuando despierta. El mar que ha sido cantado por músicos y poetas y que para los navegantes es la mar, hermosa y voluble amante, no podía estar ausente en una colección de miniaturas de licores. Es por ese motivo que he querido efectuar una recopilación de miniaturas de licor conteniendo en sus etiquetas esas preciosas naves que surcaron los cinco continentes, o bien las preciosas minis en cerámica con formas de naves. (Articulo adaptado de Francelina Villalobo de P.)(fotografías de amigos coleccionistas: Botellitas Humar, Carlopeto, Fernando Saetonne)