Antes de entrar en la historia, me van a permitir empezar por su definición lingüística:
Aguardiente. (De agua y ardiente). Bebida espiritosa que, por “destilación”, se saca del vino y de otras sustancias; es alcohol diluido en agua. Aguardiente de caña, de guindas, de Cazalla.
Recuerden dos imágenes de esta definición de aguardiente. (De agua y ardiente).
Y “destilación”. “Agua ardiente” es una expresión que no necesita explicación para cualquiera que haya visto destilar en un alambique o alquitara a la antigua usanza, o sea, puestos al fuego (hoy día se calientan mediante quemadores de gas ocultos e incluso con resistencias eléctricas), porque el líquido que sale por la espita del enfriador es transparente como el agua clara, pero con tan solo acercarse ligeramente al fuego, se prende con una llamarada que casi parece obra del Diablo.