Bitter Araucano, un bajativo milagroso.

Bitter Araucano, un bajativo milagroso.

La receta de este licor digestivo data de principios del siglo XX. Se fabrica con 23 hierbas y especias igual como lo hacían los boticarios alemanes a principios de 1900. Emilio Brusco, nieto del iniciador de Licores Tres Torres, sigue impulsando su producción y ya empieza a exportarlo a Alemania.

A principios del siglo pasado un inmigrante italiano desembarcó en el puerto de Valparaíso. Innovador y busquilla, Virgilio Brusco puso una fábrica de sedas. Importó los gusanos de la China y el negocio anduvo bien hasta que se enamoró de un rubro distinto, los licores.

Entonces puso una pequeña destilería y los aprendió a fabricar él mismo. Ponía las hierbas a macerar en alcohol. Después cortaba, molía o rallaba, según su tipo, y sometía a una extracción etanólica, para separar los extractos. Dependiendo del licor, algunos se destilaban. A ese extracto le agregaba más alcohol, azúcar y agua. Luego clarificaba y dejaba reposar para que se incorporara el alcohol. Pero no más de 3 meses, porque a diferencia del vino o el cognac, los licores no necesitan madurar. Por último los envasaba. Era 1907.

Hoy los herederos de Virgilio Brusco ocupan la misma técnica para preparar a pedido un licor con 23 hierbas -el Bitter Araucano- que ya están exportando a Alemania.

"Las recetas no se cambian. No hay tecnología que permita mejorarlas. Se puede innovar en el envasado, pero la forma de hacer el licor usted no la puede cambiar," explica Emilio Brusco, nieto de Virgilio.

Ubicada en Yungay, Valparaíso, en la fábrica Tres Torres fabrican más de 30 tipos de licores con recetas traspasadas de generación en generación, tal como la destilería. Cuando murió Virgilio Brusco, lo siguió en el cargo su hijo Emilio. Dos de sus hijos, Emilio y Virgilio son los que llevan la batuta actualmente.

"No somos muy novedosos para los nombres", explica Emilio Brusco.

A la empresa llegó en 1994, después de ejercer 22 años como profesor de química analítica en la Universidad Federico Santa María. Lo mismo le pasó a su hermano.

"Él es constructor civil, los dos nos desarrollamos en ámbitos distintos, pero el negocio tira. Aquí podemos innovar, crear. Con mi hijo pasa lo mismo. Es ingeniero agrónomo. Yo quería que saliera, que conociera el mundo, cosa que hizo, pero acá está de vuelta", cuenta.

Aunque para él no hay licor mejor que otro, sólo menos conocido, el Bitter Araucano es su producto estrella. Una bebida amarga que se caracteriza por ser el único bajativo que, de forma natural, ayuda a la digestión. "Licor estomacal", dice la etiqueta.

La receta es el secreto mejor guardado de la empresa. La mezcla se compone de 23 hierbas típicas chilenas, más algunas cortezas y raíces, a las cuales se les agrega especias como la vainilla para mejorar el sabor. La ciencia está en no usar sacarina ni preservantes, sólo productos naturales y cosechar las hierbas justo a tiempo.

"Uno no puede recolectar la fruta en cualquier época del año. Lo mismo pasa con las hierbas. Si se hace una análisis foliar se dará cuenta de que la composición de las hierbas varía. Por lo general su mejor época es en primavera o verano, cuando están listas para soltar todo su sabor y aroma", explica Emilio Brusco.

Sus efectos digestivos ya están largamente comprobados. Aunque la receta llegó a la empresa recién en 1970, Emilio Brusco cuenta que la tenía un boticario alemán que en 1930 la vendía en su botica, las farmacias de antaño, como remedio para el dolor de estómago. A mediados de los 50 la compró una de las 15 licorerías que existían en Valparaíso en ese entonces, a quienes 20 años después, los Brusco compraron la fórmula. Por eso no le pareció extraño que cinco años atrás un grupo de alemanes tocaran su puerta con ganas de llevárselo.

"Si les pregunta a los más viejos del puerto se dará cuenta que todos iban a la misma botica cuando les dolía la guata. Nosotros compramos la receta porque era algo típico del puerto, no queríamos que se perdiera y encajaba con nuestra línea de producción natural. Conservamos la tradición de lo que se hacía en las boticas europeas".

Sin mayor marketing que el que nace de boca en boca, el licor estomacal se ha posicionado gracias a lo que parece ser su sello de marca, la calidad. Aunque es un poco más caro que los demás, es posible encontrarlo a lo largo de todo Chile, desde la botillería de la esquina hasta los grandes supermercados.

"El hacer las mismas formulaciones de siempre es nuestra ventaja ante las modas y las grandes marcas. Nos ha permitido posicionarnos en el gusto de los consumidores de todos los lugares", explica Emilio Brusco.

La producción de Bitter Araucano es pequeña. 9000 botellas mensuales, por lo general de acuerdo a los pedidos de cada mes. De ellas, hay 2000 que se van a Alemania. Aunque el número está a punto de incrementarse.

"Ya estamos en conversaciones para meter el Bitter Araucano en los supermercados alemanes. Nos da susto. Hay que hacerlo con calma. La gracia del Bitter es que se trata de un producto natural y de muy buena calidad. No podemos perder eso", explica Emilio Brusco.

Reportaje de Loreto Gatica. Revista del Campo.
http://www.chilepotenciaalimentaria.cl

Fotografía de la colección de Mario Arancibia